PATRICIA DE COS

Aunque nací en Valladolid, los mejores momentos de mi infancia quedaron ligados al Valle de Valderredible, en Cantabria,  uno de esos lugares mágicos que llenan el norte de España. Allí pasábamos los veranos. Veranos con olor a hierba, de largas noches repletas de risas, de amigos y algún que otro grillo.

Durante ese tiempo soñaba con ser arquitecta, también arqueóloga, puede que bióloga, una gran inventora, e incluso diseñadora... Y con tanto soñar, me despisté y terminé estudiando empresariales. 

La cosa no terminó ahí porque seguí con mis sueños. No sé si fueron mis hijos, o quizá el viento fresco, los que me llevaron hasta una profesión con la que podía hacer realidad todas las que había en mis sueños, que me permitiría experimentar un poquito de cada una de ellas. Dibujando podía levantar edificios, darle vida a cualquier cosa o inventar cachivaches. Así llegué hasta el oficio de ilustradora. 

Me puse manos a la obra y comencé a estudiar Ilustración y Diseño en la Escuela de Arte de Valladolid, un sitio donde me topé con excelentes profesores y los mejores compañeros de clase. A esto le siguieron cursos y talleres con grandes profesionales, al lado de gente estupenda. Y de repente, me vi publicando “El sol tiene frío” con Amigos de papel. 

El primero de los sueños se ha hecho realidad gracias a un puñado de buenos amigos (¿Quién dijo que los magos y las hadas madrinas sólo existen en los cuentos?), y seguro que después de este viene alguno más. 

Sí, soy Patricia de Cos, esa niña soñadora con una pizca de suerte que puedes conocer más a fondo en www.patriciadecos.com